HISTORIA

Un 17 de noviembre de 1947, llegaron desde Trespaderne, un trozo de tierra de España, ubicado en Castilla La Vieja, emergiendo de la guerra, Antonio Vicario y su inseparable compañera Sofía Ruíz. Junto a ellos venían sus cuatro hijos: Antonio, Sofía, Héctor y Amelia. Ante ellos se abría una nueva tierra desconocida, pero donde depositarían sus sueños y esperanzas.

Ya habían dado un gran paso que cambiaría sus vidas y ahora debían comenzar a trabajar en su nueva ciudad, General Madariaga, para poder mantener aquella familia tan unida.  Comenzaron, entre suelas, clavos y hormas, con un humilde oficio de zapateros, recomponiendo diferentes tipos de calzado. Poco a poco fueron creciendo, con mucho sacrificio, visión del futuro y necesidad del pan de cada día. La ciudad rural de Pila, fue su próxima parada, ubicando allí su nuevo hogar.

Pablo y Antonio, su hijo mayor, con frecuencia recibían a golpes de martillo los primeros rayos del sol de madrugada.

Al cabo de un tiempo llegaron a una nueva ciudad cercana donde se quedarían hasta el presente, Chascomús. Una vieja esquina de Libres del Sur y Caseros, se transformó en poco tiempo en su nuevo taller de compostura de calzado, donde continuaron su incesante trabajo. Todos los integrantes de la familia se enraizaron profundamente en nuestra querida ciudad de Chascomús. Su trabajo de remendón se transformó de a poco y reuniendo sus conocimientos y añosa experiencia, Antonio y Héctor, los dos hijos varones de Pablo y Sofía, siguiendo el ejemplo de sus padres, levantaron “La Española”, fábrica de botas y calzado.

Esa larga historia continuó y ahora las fábricas son dos: “La Española”, de Héctor y “Antonio Vicario e Hijos”, en manos de Antonio.

De la fábrica artesanal a los 50 pares de botas diarias

Modernas máquinas instaladas en un amplio salón, ayudan a la firma comercial “Antonio Vicario e Hijos S.R.L.”, a continuar su actividad de confección de calzado, la cual se ha ganado un gran prestigio muy reconocido. Los productos allí manufacturados traspasan las fronteras de la provincia de Buenos Aires, ya que las botas y calzados fabricados en Chascomús, recorren diferentes rutas del país hacia el norte o el sur, ubicándose en muchas vidrieras de variados comercios dedicados a este rubro.

Antonio Vicario y sus hijos Eduardo y Javier, junto con algunos empleados, trabajan en conjunto en el manejo de las avanzadas máquinas importadas, alcanzando así una producción diaria de unos cincuenta pares de botas. Fabrican botas de trabajo, de vestir, para el campo, de montar y de polo, también botas y botinetas para dama. Últimamente se comenzaron a confeccionar zapatos náuticos y leñadores.

Todos aquellos interesados en adquirir algunos de estos productos, como también carteras, cinturones, y camperas de cuero, lo pueden hacer visitando la planta ubicada en la Ruta Nº 2 en el kilómetro 122,500, donde se atiende al público de Lunes a Sábados y los Domingos por la tarde.